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martes, 23 de mayo de 2017

La barbarie sacude Manchester: 22 muertos y 59 heridos en un atentado terrorista.


En diversos artículos de este blog me he dedicado, con ocasión de algunas terribles noticias, a condenar la violencia; la sinrazón; la barbarie. Desgraciadamente, hoy continúa la serie.
Alguien, ya identificado por la Policía y de quien, a las 12:35 [GMT+2] no sabemos nada, se acercó ayer al Manchester Arena, donde se celebraba un concierto de público adolescente y juvenil. Él lo sabía, pero no le importaba; del mismo modo que no le importa su propia existencia. Por eso hizo estallar la carga explosiva que llevaba consigo, muriendo en el acto, matando a 22 inocentes -niños en gran parte-, hiriendo a 59 y sembrando el pánico.
De nuevo nuestra especie, el Homo Sapiens Sapiens, ha cometido un grave error. ¿Cómo se explica? ¿En qué otro animal se observan tales manifestaciones gratuitas de sadismo? ¿Para qué nos dotó la evolución de esa maldad sin objeto? Con ella no obtenemos más comida, ni nos apareamos más fácilmente, ni dominamos el territorio. En cuanto a la autodestrucción... ¿Qué opinas sobre esto, querido Richard Dawkins? ¿No dices que lo primordial es el estuche de genes? ¿Seres irremisiblemente dañados, con mutaciones? ¡Que alguien me lo explique! No logro entenderlo. Psicopatía, evidentemente; disfunción en el sistema límbico; infelicidad; envidia; frustración. Pero, ¿por qué hay tantos así? Es que, aunque se trate de un ínfimo porcentaje, el daño causado es exponencial, y no se los puede frenar teniendo presente que detestan su propia vida. ¿Por qué? ¿Qué los lleva a cometer tropelías de semejante calado?

Por más que tratemos de analizarlo, por muchas preguntas que nos hagamos, ellos ya han actuado; los fallecidos no van a revivir y sus parientes y amigos no van a recuperarlos. Los afectados aún con vida luchan por superar las secuelas del estrés postraumático, y el miedo se ha adueñado del país; del continente... ¿Están contentos? ¿Lo han conseguido? ¡No, por favor! Somos más, y más razonables. Estamos unidos. Nos mueven la paz, el amor y la sensatez. ¡Abrazadme ahora, millones de criaturas!
Mientras escribo, informan de que el Daesh reivindica el atentado y me pregunto, una vez más, qué diablos quieren y cómo se puede frenar esto. Se trata de una organización a escala mundial, sin escrúpulos, cuyo objetivo es la Humanidad al completo, o, hablando con propiedad, todos los no islamistas radicales. ¿En serio piensan que su dios, imagino que para ellos bondadoso y sensato, insta de ese modo al mal? ¡Oh, cuánto daño causan las religiones! Son el escudo bajo el cual se amparan y justifican muchas guerras, torturas, muertes; innumerables atentados y asesinatos. ¡Basta, basta ya! ¡Paren! ¡No van a conseguir nada! ¡Y lo de las huríes es falso! ¡Menudo chasco! Señores: ¡estamos en el siglo XXI, no en la Edad Media! Aunque en esa época el Islam era mucho más refinado que el Cristianismo, por ejemplo, y ellos salvaguardaban nuestra aniquilada cultura por medio de traducciones del griego.
Por favor: ¡no hagan esto! ¡Es peor para todos! ¡No gana nadie! Ustedes mueren sin paraíso prometido ni placeres infinitos; se acaba y punto. Sus inocentes víctimas... ¿Qué logran ahora, por ejemplo, aniquilando a esos chicos? ¿Qué culpa tienen? ¡Ellos sólo iban a un concierto! Les suplico, por favor...: ¡basta!


Receive all my support, dear victims and sensible people! Nobody can destroy us because tollerance, reason, peace and good will are stronger than phanatism, hate, violence and annihilation! Come with me and let me hug you hearthily. Let me take you all by the hand and walk together. DO NEVER GIVE UP! I love you, million! Do not cry! We are with you! We are with us!

lunes, 15 de mayo de 2017

Les Luthiers: Premio Princesa de Asturias después de 50 años de trayectoria.


Página oficial.

Álex Grijelmo, autor del libro que acabo de terminar, "Palabras moribundas", lleva diez años proponiendo a Les Luthiers para el Príncipe / Princesa de Asturias en diversas categorías. Por fin lo ha conseguido, otorgándoseles el premio de Comunicación y Humanidades, cuando el magnífico grupo argentino celebra su quincuagésimo aniversario. Una lástima que Neneco, o Daniel Rabinovich, no pueda presenciarlo.

Se trata de un galardón merecidísimo porque Les Luthiers son el epítome de humor inteligente, ingenioso, rápido y universal. Se requiere una solidísima formación para hacer lo que ellos hacen: en el equipo hay excelentes músicos, ingenieros, químicos..., y radiofonistas, como Marcos Mundstock. Ni él ni Rabinovich tienen formación musical (Daniel estudió Derecho) pero, en cierto modo, son el alma del conjunto al otorgarle ese toque cómico inolvidable.
Citemos aquí al gran compositor Gerardo Masana, fallecido en 1973, a los 36 años, por causa de una leucemia. Es el padre de Les Luthiers y de Mastropiero, además de autor de magníficas partituras como la Cantata Laxatón, fina parodia de las cantatas bachianas con varios guiños a sus pasiones (especialmente a la de san Mateo), o la divertida "Blancanieves y los siete pecados capitales", con la parodia del psicoanálisis, un coral para cada pecado y la fuga conclusiva sobre temas infantiles.
Otro compositor y constructor de instrumentos que colaboró con el grupo entre 1971 y 1986 fue Ernesto Acher.
Estos argentinos imitan cualquier tipo de música; desde la medieval a la contemporánea, pasando por el canto gregoriano ("Educación sexual moderna"), los madrigales renacentistas (Thomas Morley en "La bella y graciosa moza"), el Barroco (Vivaldi, Bach...), el Clasicismo ("El Ventilador" y "Voglio entrare per la finestra"), el Romanticismo ("Para Elisabeth"), el Postromanticismo ("Daniel y el Señor"), la ópera italiana del XIX ("Cardoso en Gulevandia"), el jazz, el pop-rock y muchísima música folklórica latinoamericana, especialmente de su país. Ellos han divulgado ritmos como la chacarera, el gato o la samba.

Los instrumentos informales constituyen una obra de genialidad: maravillas complejísimas que, pese a todo, suenan bien, requiriendo gran destreza interpretativa. En cuanto a sus equívocos y juegos de palabras, ¿qué decir? ¡Extraordinarios! Denotan un excelente dominio del lenguaje (en varios idiomas) y una rapidez mental digna de envidia. Cualquiera de sus números puede ser oído tantas veces como se quiera, y no por ello dejarán de aflorar la sonrisa o la carcajada. Es la marca distintiva de su fresquísimo humor.
Varios miembros, como Carlos Núñez (Carlitos) o Martín, el tenor que reemplaza a Daniel, son intérpretes excepcionales. Núñez destaca como excelente pianista; también toca otros instrumentos formales e informales y participa en la construcción de éstos últimos. No, que no se enfaden los grandes Jorge Maronna y Carlos López Puccio. Ambos son músicos profesionales, intérpretes y compositores.
Resulta harto complejo reunir tantas destrezas y mantener -o incluso aumentar- el interés a lo largo de cincuenta años. Crear un espectáculo de tanto ingenio ha de ser tremendamente difícil, además de representarlo durante años, cada día como si fuera el primero; creyéndoselo igual, por así decir.

Yo conocí a este grupo cuando tenía ocho años, me ha acompañado durante toda la vida. Celebro especialmente sus parodias de la clásica y reconozco el valor de las primeras actuaciones, con coro y orquesta. Entiendo la dificultad de exportar tantos efectivos para las giras, ésos eran más bien montajes discográficos. Muchos conocen únicamente los espectáculos y olvidan estas primeras creaciones, musicalmente geniales.

Los he visto en directo cuatro veces en Sevilla. En septiembre volverán y yo estaré allí, por más que se trate de un refrito, o "antojolía", que dirían ellos.

¡Gracias, queridos! Me gustaría expresarles personalmente mi más profundo reconocimiento y mi gratitud por los buenos ratos que me han hecho pasar; incluso han contribuido a la ostensible mejora de mis depresiones. Cierto: el bromato de armonio y la luterapia son remedios mucho más efecaces que cualquier psiquiatra o psicólogo convencionales; y es que el humor, signo inequívoco de inteligencia, tendría que ser alentado y potenciado desde la educación temprana: incide en nuestro equilibrio psíquico, supone una benefactora gimnasia mental, activa la farmacopea de nuestro cerebro aumentando los niveles de dopamina y serotonina y nos lleva a contemplar a los otros, a nosotros mismos y al devenir con todos sus avatares en perspectiva, desde fuera y relativizando. Efectivamente: las dosis de Les Luthiers son beneficiosas para la salud y pueden administrarse sin riesgo de intolerancia o efectos adversos.
¡Mucho éxito! AAbrazo a todos con el mayor afecto. ¡Gracias por no borrarnos la sonrisa! ¡Los adoro!

miércoles, 10 de mayo de 2017

Cor Vivaldi: un coro de niñas... y algún niño.

En 2011 escuché en el programa "Música coral", de Carlos Sandúa (actual director de Radio Clásica), un coro que me llamó muchísimo la atención: el Cor Vivaldi, Petits Cantors de Catalunya. Parecía ser de niños y niñas; más de niñas a juzgar por el timbre. Me apasionaron el empaste tan bueno, la clara pronunciación y las coordinadísimas y extraordinariamente bien logradas dinámicas.

OscarBoada-Rocío-AlbertGuinovart

Enseguida, y como buena hija de la era tecnológica en que vivimos, efectué una simple búsqueda y entablé contacto con Óscar Boada, el director, para felicitarlo. Resultó ser amabilísimo, encantador y me regaló su tiempo para aclararme todas mis dudas.
Un formateo del ordenador y algunas otras historias me llevaron a interrumpir el contacto hasta hace poco, cuando la casualidad quiso que me encontrase en Málaga el sábado anterior al Domingo de Ramos. Richard me anunció que una Escolanía iba a dar un concierto en el teatro Cervantes, y cuando me indicó el nombre me llené de entusiasmo: " ¡Quiero ir, quiero ir! ".

OscarBoada-Rocío-AlbertGuinovart

Me sorprendió que el conjunto ya no tuviese ningún niño. Al parecer la edad de las chicas es de entre nueve y dieciocho años, y los niños se apuntan cada vez menos. Claro que trabajar con un coro mixto es muy difícil, porque los varones sufren el cambio de voz en edad variable. Yo adoro el empaste de los coros masculinos infantiles, con ese potente y rico registro grave de los altos y la dulzura angelical de los sopranos. En las escolanías mixtas se pierde la homogeneidad tímbrica.
El programa estuvo constituido por obras de Josu Elberdin (SALVE REGINA, AVE MARIS STELLA y CANTICUM SACRUM) y Albert Ginovart (TE DEUM de 2014). A Elberdin lo conozco por ser uno de los compositores de la coral infantil de Leioa Kantika Korala.
Ginovart interpretó la parte del piano de su propia obra; muy ambiciosa, por cierto. A la salida pude saludarlo, a él y a Óscar, que se acordaba de mí y me presentó como "especialista en coros de niños". Me dio un afectuosísimo abrazo y me regaló exquisitas galletas y tres discos: uno con obras de Britten bastante difíciles y magníficamente ejecutadas, otro de piezas sacras contemporáneas y uno navideño con el pianista ciego Ignasi Terraza y su trío de jazz, etiquetado en Braille en el mismo plástico del disco, por cierto.
Propuse a Óscar un encuentro entre su coro y el de Tölz: ¡Qué bonito sería! Entre tanto, seguimos en contacto.
Os recomiendo a todos esta maravillosa agrupación con 28 años de historia. ¡Muchas gracias y mucho éxito, chicas! También a Óscar, claro.

lunes, 8 de mayo de 2017

Canto la Misa en Si Menor de Bach.


El coro de la Orquesta Ciudad de Granada va a cantar la Misa en Si Menor de Bach. En marzo propuse a Héctor Eliel, su director, agregarme como soprano, mas desgraciadamente esa cuerda ya se halla más que cubierta; es el motivo por el que no puedo entrar al coro a pesar de mis varios intentos, sólo canté en la temporada 2012-2013 el Mesías y algunos motetes de Mendelssohn.




Richard, mi gran amigo inglés, me comunicó el mes pasado que en mayo interpretaría la Misa en su coro, el de la iglesia de Milton Keines.
-¿Puedo participar? -pregunté casi sin pensarlo.
He oído esta obra muchísimas veces, pero hay pasajes fugados, llenos de contrapunto y mezcla de voces, además de divisi entre sopranos, lo que dificulta precisar exactamente las notas de mi cuerda recurriendo a los discos. Este problema suele resolverse en los ensayos: junto a las sopranos primeras, enseguida aclaro dudas. Pero... ¿Cuánto tiempo ensayaría si iba a venir expresamente a cantarla?
Hubo dos sorpresas: Richard, que es un sol, consiguió la partitura en el royal National Institute for the Blind y he podido ensayar tres veces antes del concierto.
La partitura presentaba errores de transcripción y algunas particularidades que me dificultaban mucho el ubicarme: estaba todo pegado por ahorrar espacio, no siempre se respetaba la secuencia música/letra con sus correspondientes líneas en blanco, a veces copiaban un poco de lo que hacían las voces antes de la entrada de sopranos... y, por supuesto, las enormes ristras de notas rápidas,, como las semicorcheas en los fugados, son prácticamente imposibles de seguir si las lees por primera vezz.
En el primer ensayo, por tanto, me agobié un poco: partitura nuevva, coro nuevo que ya dominaba la obra, indicaciones en inglés a toda velocidad, continuos saltos hacia pasajes anteriores sin que nadie me esperase para encontrarlos en la partitura, lo que me hacía no saber casi nunca por dónde íbammos...


El segundo ensayo fue mucho mejor y ya empecé a disfrutar: había resuelto prácticamente todos los problemas y mi intuición bachiana hizo el resto. En cuanto al concierto de ayer... ¡Qué privilegio! Se estaba consumando uno de mis sueños, y yo apenas podía dar crédito a que tal experiencia fuese real y no cualquiera de mis fantasías oníricas. A veces, durante algunos compases de espera, me quedaba tan embelesada oyendo el conjunto que casi olvidaba mi entrada. ¡Oh! ¡Estaba interpretando con éxito pasajes durísimos! "CUM SANCTO SPIRITU", "CREDO IN UNUM DEUM", "PATREM OMNIPOTENTEM", "CONFITEO UNUM BAPTISMA", "ET RESURREXIT", "PLENI SUNT COELI ET TERRA", "HOSSANNA IN EXCELSIS"... El "ET IN TERRA PAX" fue pan comido, lo hice de memoria. Obviamente no podía leer el texto, la yema del dedo abarca sólo una línea; así que lo deducía, aunque a veces dijera "IN EXCELSIS" donde tocaba repetir "HOSSANNA", pero en el concierto salió bien. Yo me encontraba situada junto al órgano y Tenía a mi lado a una soprano que cantaba maravillosamente.
Estoy pensando ahora en la trompa del "QUONIAM TU SOLUS SANCTUS", que sólo interviene en ese fragmento; de máxima exigenccia, eso sí. Me gustaría que los coros hiciesen lo de antes, y lo que siguen haciendo el Tölzer Knabenchor y el Montevverdi Choir: es decir, que los solistas sean del coro. Ello me daría la oportunidad de cantar muchas arias. Además no me parece bien que exista tanto divismo; gente que no se mezcla con el resto, ni viste como el coro: va, hace sus solos y adiós, dándoselas de importante, ¡ja, ja!

Al final me felicitó Adrian, el direcctor del coro. Cuando Richard le pidió permiso para que cantase, creo que consintió un poco porque soy su amiga, pero tenía miedo de que no empastase en la cuerda. Yo me sentía doblemente comprometida: quería estar a la altura, hacer quedar bien a Richard y no defraudar a Adrian, todo ello teniendo presente que no había estudiado o cantado jamás la obra. Sin embargo, y antes de saber si tendría partituras o habría ensayos, exclamé: "¡Síííí! ¡Yo canto!". Confieso que ignoraba cómo iba a salir adelante, mas una cosa estaba clara: el no me cerraría puertas; el sí podía abrirme una magnífica posibilidad. "Acepto, y luego ya veremos" -me dije.
Ahora puedo regocijarme de haber superado con éxito un nuevo reto cuya constatación me otorgará fuerzas y predisposición anímica para el siguiente.
ES LEBE BACH!!! BACH VOBISCUM.