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domingo, 16 de diciembre de 2012

El Mesías en el Falla





Rocío, Philip y Mari Carmen


Soy debutante del coro de la Orquesta Ciudad de Granada  y me he estrenado nada más y nada menos que con el Mesías de Händel, dirigido por Philip Pickett.  Es un señor simpatiquísimo, sencillo, lleno de humor y que me ha tomado aprecio.

Viernes 14

El coro ha sonado estupendamente, con mucho empaste y claridad. La versión era enérgica, vital, llena de fuerza. Ha de destacarse la dinámica, tan marcada... ¡Oh, qué velocidad se tomó en el "Let us break"! Me volaban los dedos.

Sábado 15
Me indican desde fuera que la cuerda de soprano ha sonado muy empastada... Mi solista preferido, el tenor. EL timbre de la contralto me gustó mucho, pero al parecer le faltaba potencia en los graves; digo "al parecer" porque yo sí la oía bien...

Foto "de familia"
Considero todo un privilegio haber estado ahí, interviniendo con un coro de tanta categoría: ¡Qué gozada!
Muchas gracias, compañeros. Muchas gracias, Pablo, Pilar, Philip...
Espero el próximo concierto con anhelo.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Raquel Andueza en "Los Clásicos de Radio Nacional".



Jesús Fernández, Rocío Sánchez y Raquel Andueza.


En 1995, cuando tenía 15 años, me examiné por libre de 1º y 2º de Flauta de Pico en el Conservatorio de Sevilla. Mi profesor particular en esos dos cursos había sido Vicente Parrilla, un chavalito de 17 años cuando lo conocí, pero que ya despuntaba en la flauta: ¡qué virtuosismo! Para mí era toda una autoridad y, en aquel entonces, lo veía como mucho mayor: ¡qué curioso esto de las edades! Ahora percibo a alguien de 40 años a mi nivel, mas de 14 a 17 parecía existir todo un abismo.
Los sábados por la tarde me llevaba mi padre a Estepa y allí gozaba del privilegio de recibir enseñanzas de Vicente, un chico entonces bastante tímido. Me impresionó su colección de flautas. También me prestaba discos que yo, gran aficionada a la música, degustaba con placer.

EN 1995 me examiné por libre de 2º, con idea de continuar en el Conservatorio, como así hice; por desgracia sólo 3º y 4º, porque luego me fui a Granada y allí no se imparte este instrumento. Ahora toco por libre y casi siempre sola, lo que resulta bastante aburrido.


Raquel y Jesús en la iglesia de Santa Isabel de Sevilla.

Para el examen tenía que interpretar un dúo de Telemann y otro de Mattheson, pero Vicente no podía acompañarme porque andaba con los exámenes de Selectividad y me recomendó a Jesús, un chico mayor que él que también estudiaba flauta con el profesor de ambos, quien después sería el mío: Guillermo Peñalver. Cursaba además laúd con Juan Carlos Rivera.
El examen fue muy bien, obtuve matrícula de honor. Vicente se marchó a Holanda a continuar estudios y Jesús lo haría poco después, centrándose en la tiorba. Con éste último he mantenido más el contacto. Allá por 2003 empezó a hablarme de Raquel, una chica navarra que había conocido y que, a pesar de estar empezando en estas lides, cantaba de maravilla. Ambos hacían dúos juntos y Jesús me comentó con entusiasmo la posibilidad de realizar proyectos comunes.




Unos años después me enteré de que eran novios y de que continuaban con sus dúos, mayormente interpretando música italiana del primer Barroco. EN 2008 fueron ambos al Festival de Música y Danza de Granada y Jesús me presentó a Raquel, una persona cariñosísima, como él. Enseguida percibí que hacían una estupenda pareja, y si encima en lo musical sonaban tan bien juntos, miel sobre hojuelas.
Después los he visto a ambos en directo en algunas ocasiones. Me gustaría poder compartir más tiempo con ellos: tras los conciertos se arremolina todo el mundo y no quiero tampoco extenderme; pero a pesar de la cantidad de gente, ellos obsequian a todos con palabras amables, sonrisas y mucho afecto.
El viernes actuaron en "Los Clásicos", nuevo programa de Radio Nacional y Radio Clásica dedicado a divulgar esta música; podríamos calificarlo como el hijo de "Clásicos Populares". Aquí el podcast.
¡Mucha suerte, amigos míos! Continúo siendo vuestra fan incondicional.

sábado, 11 de agosto de 2012

Crónicas desde Herrsching: Bayerischer Dreiklang






Aquí mi informe detallado de esta semana de músicas tradicionales en la que he tomado parte. Se trata de una actividad organizada por la asociación Bayerischer Landesverein für Heimatpflegey ha tenido lugar en Herrsching, en la Haus der Landwirtschaft, Riederstr. 70.

Rosina y yo cantamos Fein sein, beinander bleibg'n"

Capítulo I

A Herrsching llegamos el domingo a las dos o así, nos conocimos un poco y luego hubo recibimiento oficial, que en lugar de ser un parloteo aburrido de organizadores y autoridades comenzó... ¿Cómo? ¡Bailando! Llegaron el acordeonista y el tuba y empezaron a tocar, y todos a danzar, ¡hala! Luego a cantar... Y después nos dieron la bienvenida. Al rato, ¡otra vez baile! Yo saltaba que daba gusto, lo que no he bailado en mi vida, y no quedó ni muy mal. Una de las veces yo iba en un corro por fuera, luego se paraba el giro y un hombre de dentro me cogía y hacíamos: un golpe con las manos en las caderas, una palmada, otra palmada en las manos de él, y al final en su izquierda con nuestra derecha y en su derecha con nuestra izquierda, y vuelta a girar.

Ayer por la mañana desayunamos, salimos fuera, nos sentamos y... ¡A cantar! AH, antes de ayer ya se constituyeron los grupos de trabajo. Casi todos son de instrumentos, en canto estaremos unos veinte. No veáis cuando entregó la partitura, con textos bavaritos, y yo ni jota... Rosina la pobre dictándome a toda marcha... Es mi amiga de Maisach con la que he venido; antes he estado hospedada en su casa.

Ahora lo que hacemos es que me dicta todo a posteriori, en la habitación... Si no no nos aclaramos. Y cuando no tengo texto y no puedo cantar, lo toco con la flauta, que Monika, la profe, dice que lo hago muy bien. Les he llevado la canción "Kiahschwagerin", que también cantan los Tölzer, y no la conocía, vamos a aprenderla. Las melodías son bellísimas. Incluso por la noche cuando estamos todos reunidos y nos vamos a ir a dormir cantamos una que se llama "Scheint der Herr Mond so schee".

Bueno, pues ayer por la mañana hubo canto colectivo, precioso, allí fuera. Luego grupos de trabajo, en nuestro caso también canto, luego comer y después había danza folklórica. Yo pensé que para mí iba a ser un lío y me fui con Rosina al Amersee; pero el acceso que encontramos no tenía profundidad, el agua no llega más allá de las rodillas. Me dio igual: me tumbé y anduve jugueteando con el preciado líquido elemento, caminando con las manos, etc.

A las cuatro y media, Canto de nuevo, o sea, grupo de trabajo; y por la noche una Scharade, que yo no tenía ni idea de lo que era, pero ya lo supe el primer día y preferí no participar. A cada grupo le dan un concepto, que en este caso resultaron ser topónimos, pero como los topónimos significan también otras cosas, las demás personas tenían que adivinar a qué se referían gracias a las representaciones que hacían. Yo pensé que para mí, sin el tema visual y encima todo en bávaro, iba a ser muy complejo, así que me quedé con unos vecinos que tampoco iban a participar y estuvimos tocando y cantando. Ellos se asombraron muchísimo de que conociera tantas canciones populares alemanas.

Capítulo II

El día de ayer fue igual de intenso: tras el desayuno, canto colectivo. Después, canto en grupo, el grupo nuestro, y a las once lo que se llama Dreigesang; canto sólo con tres voces. EStábamos en realidad diez o doce, pero íbamos alternando. Imaginad: yo escuchando y grabando en mi disco duro interno un texto en bávaro puro, y luego cantándolo con otros dos o con otros tres, a veces había también bajo... Quedó bien, aunque la contralto se iba... Pero no pude grabarlo, fase KO del minidisc.

A las doce comida y tras ella danza tradicional, donde no participé, fuimos a dar un paseíto por el lago. A las cuatro y media, canto en grupo, a las seis cena y después algo muy interesante.

Había una serie de conferencias, cada uno podía apuntarse a la que quisiera, y yo hice la de "Obertöne". EN principio, al ver esa palabra pensé que iba a tratarse de cómo improvisar una segunda voz por arriba, de cantar en terceras, y no me pareció interesante, pero Rosina me aclaró un poco la cosa y... ¡Vaya! Se trata de una técnica que usan sobre todo en Mongolia consistente en cantar un tono fundamental y a la vez extraer armónicos. Nuestro profesor nos puso un cd donde un hombre simplemente canta a dos voces: ¡lo veo increíble! Él también extrae melodías con los armónicos, dando una nota fundamental abajo; esta nota puede ir cambiando y a la vez los armónicos. Nos puso la celebérrima Es ist ein Ros entsprungen cantada así, dos melodías hechas por un mismo hombre...

Nos explicó la técnica, pero a mí no me sale, aunque él dice que sí, que se oyen Obertöne; mas, claro, no una melodía por arriba, supongo que para eso hay que ejercitarse.

Los armónicos están fundamentalmente entre decir "ui" y "iu", o sea, que hay que viajar por esa posición. La lengua se coloca como para una ele y una n, más bien una n pero abriendo un poquito, haciendo como nnnnggg, o sea: por uno de los lados hay que dejar una abertura, el resto queda como pegado al paladar y a los dientes... No estoy segura de haber entendido del todo la posición de la lengua, mas en esencia creo que es eso.

Y para finalizar, conciertito afuera. Cantamos todos algunas bellas piezas; y una que interpretaron, sobre un cuco, era tan hermosa que lloré. También tomaron parte algunos profesores: un cuarteto de cuerdas con gigas irlandesas, el grupo característico de acordeón, clarinete y tuba... En fin, hermoso de verdad, pero al final estaba agotada, a las once o así, desde las siete en planta...

En esta página, al parecer, hay un programita gratis que permite grabaros y analizar el espectro de la onda para ver si os salen armónicos.

¡Hala, el acordeonista! Vienen para despertarnos, es genial. Y yo llevo ya una hora despierta... ¡Hay también un clarinete agudo. He salido y bailado el vals en el pasillo, ya andan por otras habitaciones.

Ah, ¡qué gracia! Imaginad ayer: hablando en bávaro puro y con la lengua por ahí encima del labio y demás... Me refiero al profe de los Obertöne. Y así lo dije: si ya el bávaro era demasiado, el bávaro con filigranas...

Os dejo aquí cursillo de Obertöne.

Y aquí una muestra del canto con esa técnica:

Capítulo III

Hoy levantarse ha sido una ardua tarea. Lo hemos hecho un poco antes porque yo me tenía que lavar también el pelo. Mi pobre Rosina pensaba ocupar antes el baño, pero estaba tan dormida que me dio pena y entré yo primero, aunque confieso que me costó dar el paso inicial.

Ayer por la mañana, en "singen im Plenum", lo que traducido al cristiano -cristiano = todo lo que no es bávaro- significa entre otras cosas (pues hay muchas versiones del Cristiano) ´"que tos juntos cantan", interpretamos piezas religiosas porque por la tarde, antes de la caminata, fuimos a una iglesia a cantar, pero eso viene luego. Bellísimo el Lied "Maria ging im Garten, ex gloria dei; Maria ging im Garten, auf Jesum tat sie warten". Os reto a que lo traduzcáis, ya que esto no es bávaro, sino alto alemán; y los que ya sean alemanes o sepan alemán, que lo pasen a oberbávaro, es decir, a bávaro de arriba.

Luego fue el trabajo en grupo; nosotros a cantar, unos veinte que seremos, con nuestra profe Monika Baumgartner, cuyo acento es imposible, pero ya me las voy arreglando. Por ejemplo, en vez de "alle zusammen", que significa "todos juntos", dice "olli z'samm". Imaginad pues la variación en el resto de palabras. Pero ella afirma que lo hago todo "super" y me admira.

Luego el Kleingesang, como lo he bautizado. después de comer, a la una y media -almorzamos a las doce y cenamos a las seis-, salimos de aquí en dirección a la iglesia. Los músicos de la Kapelle iban tocando, y yo detrás con la flauta también, ¡jejeje! La gente del pueblo se quedaba mirando y preguntaba qué clase de fiesta era. En Raisting, localidad a la que después llegaríamos andando, un señor comentó con un tonillo de desprecio: "Was für ein komischer Verein!".

El paisaje precioso, con el lago y casitas pintadas al estilo alpino, pero como la procesión no paraba, no pude hacer fotos, y tampoco quería molestar extra a Rosina, que la pobre ya se lo está currando. La llamo Muatta (imitando a una amiga mía, destinataria también de este mensaje). Bueno, para los no iniciados: madre en alemán se dice Mutter, pero si lo pasamos a no cristiano queda Muata, y un día alguien nos preguntó si éramos madre e hija. Puesto que Rosina es tan solícita, tan amorosa, me cuida tanto, pues ya está. Ah: mi madre que no se preocupe, no la he reemplazado, porque ella es mamá y Rosina Muatta. Además siempre es bueno tener madre en Alemania, pues cuando mi madre se canse, me puede empaquetar y mandarme aquí con la vicemadre.

Media hora de camino, con música y canto, y llegamos a la iglesia, donde hacemos lo que llaman un Andach, que es una especie de meditación con música. Muchos de vosotros conocéis el ANdachtsjodler que cantan los Tölzer... ¡No os acordáis? NO hay problema, por el texto lo reconoceréis enseguida: "Jo jo diri, jo jo diri, jo jo ri diri joe jo diri". Seguro que Rosina me varía alguna sílaba. Cuando canto con ella, y con los demás, le dan una importancia a eso... Como comprenderéis no soy capaz de recordar en los distintos Jodler si se dice "diri" o "tiri", "Joe" o "Roe", y a veces me equivoco; enseguida llega alguien y me corrige, y yo no puedo evitar pensar en Loriot y su Jodelschule.

EN la Iglesia interpretamos los del grupo de canto esas piezas religiosas; luego hubo Dreigesang, que no lo hicieron precisamente muy afinado. Tras eso la belleza del címbalo con el arpa y después solistas con todos, un magnificat y un padre nuestro.

Después, caminata, pero una caminata de las buenas, dos horas. Yo llegué kaputt, como dicen aquí, con dolor de piernas. A las siete cena: un plato no apto para ciegos porque era totalmente plano y rectangular, un fuentón, y yo había pedido queso de cabra empanado, que vino con su ensalada y un tarrito de mermelada dentro para mojar el queso. Claro, no tenía pan, y al principio me iba a morir partiendo aquello, pues se deshacía. Pero mi Muatta me pidió un pedacito de pan y entonces... ¡Oh, salvación! ¡Qué poco se necesita para ser feliz! Vino sin embargo el segundo problema: las hierbas. No sé si será una cuestión de estética: aquí las hierbas de las ensaladas las dejan enormes, y no veáis cuando pillé una con el tenedor e intuí sus dimensiones. Hube de enristrar nuevamente el cuchillo y masacrar aquel verde. En el camino me tropecé con el tarrito de mermelada, que como es obvio saqué del plato. Imaginad el hecho de colar el queso justo en la mermelada, sin saber exactamente a qué hora del plato está... Para los no iniciados: los ciegos nos basamos en un sistema horario, de manera que lo que hay en el plato justo enfrente, pero lo más alejado, son las doce; si está a la derecha, las tres; si a la izquierda, las nueve y lo más próximo a nosotros, las seis. De nuevo acudió mi Muatta y echó la mermelada por encima del queso, lo cual me hizo doblemente feliz.

Después hubo baile. Ya sé los pasos de la polca, por si alguien quiere: tú estás con la pareja en la misma línea, digamos, por ejemplo, ella -o él, claro- a tu izquierda. Entonces haces con el pie derecho un paso hacia la derecha y la pareja hacia la izquierda, para alejarse. Luego llevas el pie izquierdo donde el derecho; el otro hace lo mismo simétricamente. Después al contrario, para acercarte, es decir: el izquierdo hacia la izquierda, y luego el derecho va hacia la izquierda pero en el aire; a continuación tomas a tu pareja por la cintura y ella a ti por los hombros y giras 360 grados en cuatro pasos. Espero haberlo aclarado suficientemente.

En el restaurante hacía mucho calor, de modo que Rosina, cuatro o cinco más y yo salimos a dar un paseíto. Encontramos el postre en la naturaleza, ciruelas. A propósito de ciruelas: la familia Schmidt-Gaden me ha enseñado algo muy bueno, en bávaro puro. Es lo que Gerhard enseña a los niños para iniciarlos en la pronunciación. Esto lo traducís vosotros. ¡Hala, viene el despertador! Y creo que tocan algo así como Alvan Berg... ¿Qué significan tales disonancias? Ah, no, es que no estaban afinando bien. Son dos clarinetes, ¡precioso!

Frase en bávaro:

"Zwanzg' zquetschte Zwetschg'n und zwanzg' zquetschte Zwetschg'n sand vierz'g zquetschte Zwetschg'n".

¡Anda, anda, traducid! Y sobre todo: ¡pronunciad!

A mí me corrigieron ilustres personajes, y mi Helga se quedó admirada con el Braille Lite (el anotador braille).

Luego estuvimos cantando algunos Jodler fuera, pero no escribo la letra porque viene a ser eso de jo tiri diri diri roe joe hollaro hollari yuhu y demás variantes.

ENtramos nuevamente, bailamos un poco y... ¡Al autobús! También allí, en el viaje de vuelta, entonamos algunas cancioncillas.

Resumiendo, o como dicen mis alemanes, palabra que me encanta: Kurzum. Pero tenéis que pronunciar kurz y luego um, no kurzum como haríamos en España. Pues eso, kurzum: un día completo.

Capítulo IV.

Ayer tuvimos... Ah, había olvidado decir que antes del canto hay calentamiento: un cuarto de hora haciendo "lalala uiiiuu mmm". El profe es el de los Obertöne y ha dicho una cosa muy interesante: que los bebés hacen precisamente eso, calentamiento con su voz, prueban sus posibilidades... También las diversas acústicas; por ejemplo, si entran a una iglesia enseguida gritan para comprobar. ¡Divertido! Estoy imaginando a un bebé que diga "do mi sol do sol mi do, do re mi re do re mi re do" y después: "¡Buaaaaaaah!". Este "do mi sol do" sin notas, sólo "la la lala"; lo he escrito con notas para que sepáis qué sonidos trato de representar.

En el "Singen im Plenum" hemos aprendido un hermoso Jodler. Luego el canto con nuestro grupo, donde preparamos algo para la serenata. Uf, ¡vaya piececita! Arreglárselas con el texto es tarea ardua, os copio una muestra:

"Ja vor der Liesl ihr'm Fenster

steht a Riesenneger im Nieselregen,

dabei war er doch so riesig gern

bei der Liesl im Zimmer glegn.

Da läut läut der Riesenneger bei der Liesl o

und frogt, ob er bei ihr schlofn ko.

Sagt die Liesl: "Riesenneger, a bissl später, bis mei Peter geht warts'd no im NIeselregen".

Pero lo mejor es:

"Sogt die Resi: -Riesenneger im Nieselregen, du kannst di gern bei mir im Bad auf d'Fliesen legn".

¡Brrrrrr! Por suerte tenía mi Braille Lite.

A las once el Kleingesang, o más propiamente Dreigesang, donde volví a intervenir como solista. Después de comer hubo tiempo libre, pues no fuimos a bailar y el canto en grupo duraba por la tarde sólo media hora a consecuencia de la preparación de la Serenade. ¡Tiempo, tiempo! ¿Dónde estás? Confieso que aquí sufro el complejo del conejo de Alicia, consistente en pensar que se llega tarde a algo aunque no se esté seguro de a qué. Las clases se suceden sin pausa ni para ir al baño, ¡horror!

Mi Rosina echó una larga siesta, periodo que aproveché para crear mi blog en alemán:

http://daslebenimdunkeln.blogspot.com

A las cinco y media y hasta las seis, grupo de canto. Ah, para Greensleaves me eligieron a mí de solista en el estribillo, y la profe dijo que yo he de cantar "Alloa", lo cual quiere decir "alleine", o sea, "sola". Imaginad las dificultades del dialecto.

Para el concierto vino mi querida Barbara Schmidt-Gaden, ¡todo un detalle por su parte! Además me trajo un curioso regalo: una Jodlertaza. Es una taza que cuando se levanta empieza a cantar Jodler. Ni idea de dónde le han metido el chip y supongo que, cuando se acabe la batería, pues se acabó; no es cuestión de cargarse la taza para cambiarla, ¡je, je! Tiene grabado el escudo bávaro, un recuerdo muy entrañable.

En el concierto hubo mucho nivel: coro, Dreigesang, diversas formaciones instrumentales, piano... Mi actuación con la flauta estuvo bien, recibí un aplauso gigante. Bueno, al final me equivoqué un poco: de esto que cometes un fallo, te pones nerviosa y ya va todo al revés.

Luego cantamos Rosina y yo el ABendsegen de Hänsel y Gretel. Queríamos a alguien que nos acompañase, pero no lo encontrábamos y sólo en el último segundo hallamos a una arpista con la que, claro, no pudimos ensayar. Rosina le pidió -y esto fue un gran fallo- que tocara sólo los acordes iniciales y luego los finales y callase el resto del tiempo. ¿Qué ocurrió? Que yo en un determinado momento he de saltar un intervalo de quinta disminuida, creo recordar, y claro, con los nervios... Me subí. Al final nos traicionó el arpa con un acorde un tono por debajo de donde andábamos. ¡Oh, qué horror! Mi Barbara me preguntó si quería acaso interpretar la Reina de la Noche. Dice que eso es normal con los nervios, y que el truco para paliarlo es respirar profundamente. Afirma también que ella nunca ha estado nerviosa, ni de niña: ¿cómo se hace eso? Igual porque las actuaciones las lleva practicando desde los cuatro añitos...

Tras la Serenade, danza. No sé de qué están hechos estos jóvenes, y no tan jóvenes. Había gente en la pista que no paraba, y luego van a tomar cervecitas hasta las mil... ¡Increíble! Yo bailé tres cosas y me vino el mareo, tuve que salir porque hacía calor con tanta gente.

Capítulo V (y último).

Hoy despedida y cierre, lo cual quiere decir que desayunamos, habrá un bailecito y... ¡Adiós! Es una pena, ha pasado todo tan rápido... Pero veámoslo desde el punto de vista positivo: he vivido algo único, entrañable, y el año que viene seguramente repita.

Ayer, después del desayuno, el canto "in plenum" duró dos horas, como el lunes, porque no hubo Dreigesang y el grupo nuestro de trabajo empezó a las once menos cuarto. Estuvo muy bien, cantamos fuera en el patio. Cuando me era muy difícil entender los textos bailaba o tocaba la flauta. Hay una canción de un pequeño pájaro, "Es war ein kleines Vögelein", en la cual interpretaba el estribillo con la flauta, fue iniciativa propia; pero está bien, porque así imito al pajarillo. En esa canción tocaban un violín y una guitarra.

Ahí me veis, bailando la polca entre las sillas: "auseinander, wiederzsamm, drehen, drehen, drehen, drehen". Esto significa que para cada paso hay una sílaba y es precisamente lo que se hace: separarse, juntarse de nuevo y girar, girar, girar, girar. Tanto giro me mareaba a veces, pero le he tomado el vicio; ayer por la noche la polca con Rosina me salió aceptablemente bien, aunque imagino que mis pasos serán tipo robot.

En un determinado momento del plenum hubo que bailar y un vecino se me acercó y me dijo: "Komm", que como todo el mundo sabe, significa: "Ven". Si me hubiera dicho lo mismo en bávaro, creo que el resultado hubiese sido "Kimm". Günther (esto lo supe después, lo de su nombre) bailó conmigo, y tras cada danza me apretaba ligeramente la cintura en un signo de aprobación.

La primera parte del canto en grupo estuvo dedicada a críticas, sugerencias, etc. Yo propuse que hubiera una conferencia cuyo título rezase: "Introducción a los complejos vericuetos del dialecto bávaro". Todos rieron. También propuse que hubiera una pausa entre curso y curso, pues faltaba tiempo hasta para ir al servicio.

Tras la comida y una pequeña siesta de Rosina, que yo aproveché para perfeccionar mi blog alemán, fuimos a tomar café aquí en la entrada. Entonces llegó Filomena, una amiga de Rosina tan obsesionada con el Jodler como ella, o incluso más. "¡Vamos a cantar, vamos a cantar!". Eso mismo había propuesto por la mañana, que si queríamos en el tiempo libre cantar, y mi respuesta fue clara y contundente: "El tiempo libre es el tiempo libre". Es que, tenemos todo tan condensado, que cuando hay un ratito de dispersión lo que apetece es dar un paseo, tomar el aire... ¡Y mirad que yo adoro la música! Pero no es cuestión de pasarse las 24 horas del día cantando. Imaginad: el miércoles, cuando volvimos de la excursión a las doce de la noche, Filomena quería seguir cantando y yo dije a Rosina que muy bien, pero que tuviera la bondad de acompañarme a mi habitación porque me iba a dormir. Al final ella vio que la cosa no funcionaba y Filomena hubo de apreciar lo mismo, porque se retiró a sus aposentos.

Bueno, que me voy por las ramas: llegó esta señora y propuso lo de cantar, a lo que yo respondí que antes quería tomarme mi café tranquilamente. Luego salí al patio e interpreté con ellos algunas de las piezas que conozco, pero enseguida mi Filomena propuso ésta, aquélla, que yo ni zorra. Al principio muy bonito escucharlos, muy entrañable, aunque había alguna que desafinaba de lo lindo. Después se agregó un hombre, al que Filomena preguntó si conocía las piezas: "Vamos a cantar algo que todos sepamos". "Ajá -respondí yo-, veo que no pertenezco al todo". Me dio un poco de rabia que se preocupara porque el hombre conociera las canciones y no por mí, teniendo en cuenta que el repertorio de esta semana ha sido bastante amplio y podíamos haber repetido más. EN fin, tenían ganas de cantar otras cosas, lo entiendo. Es que en Munich, una vez al mes, organizan música en bares, lo que se llama Horgast ("Bar para oír").

Resumen: cuando llevaban ya una hora en la tarea, imaginando que esta gente iba a transcurrir nuestra próxima hora libre en el mismo menester y luego habría que pasar, sin solución de continuidad, al grupo de trabajo de canto, lo que en total suman dos horas y media (esta vez duraba menos el grupo de trabajo) y quiere decir además que, en mi último día, no iba a poder disfrutar ni de un poco de aire libre, me levanté y dije a Rosina que por favor me acompañara a la habitación a coger el bastón, que iba a dar un paseo, aunque fuera sola. "No, no, yo voy contigo". "¡Oh, no, de verdad, no te sientas obligada, sigue cantando!". Pero ella me dio la razón, confesó que era demasiado y que también le apetecía caminar.

Fuimos por el lago y vimos que había un acceso con más agua donde hubiera podido nadar. Lástima no haber conocido esto y haberme tenido que conformar con un charco hasta las rodillas. Fue un paseo muy interesante y, como el camino era amplio, pude andar la mayor parte del tiempo junto a Rosina, sin agarrarla y sin bastón, lo cual ella admiró. No sé, la gente admira unas cosas... Ayer por la noche preguntó una que si yo también había hecho la caminata del miércoles. "¿Por qué no? ¡Claro! Aunque al final me dolían las piernas". "¿Y no hubieras preferido ir con la profesora en coche?". Ahí respondí algo enérgicamente: "¡Eh, que mi problema está en los ojos, no en las piernas!". "No, como decías que te dolían...". "Sí, pero creo que los ciegos también tenemos derecho a que nos ocurran estas cosas".

Es como el rato que pasé con los vecinos por no querer participar en la Scharade. Llegó una y preguntó no sé qué, a lo cual respondió mi vecino: "Sí, ella está aquí, su tutora...". Interrumpí, educadamente, pero con cierta acritud: "Disculpad, por favor, pero Rosina no es mi tutora, sino mi amiga". ¡Es que estoy harta! Cuando fui al curso del Goethe en Freiburg ocurrió lo mismo: los organizadores le preguntaron a una amiga mía de allí que si era mi tutora y tomaron su dirección y teléfono.

Trabajo en grupo, última cena (¡uy, qué bíblico me ha sonado!) y gala final. ¡Oh, oh! Cuando era adolescente y me veía obligada a ir a la discoteca porque mis coetáneas no frecuentaban ningún otro lugar, imaginaba un sitio donde no hubiese música grabada, sino en directo, y música clásica, y donde se bailasen esas danzas. Señores, el lugar soñado existe. Lo primero que bailamos fue una polonesa, que consiste en ir haciendo figuras y caminar, dando vueltas... Había cuatro o cinco grupos. A veces unos paraban y los demás marchaban en medio, dentro de nuestro círculo. Otras había grupos que hacían un puente y la gente caminaba por debajo. En un determinado punto fue muy gracioso porque yo iba andando de la mano de dos personas y había que apresurarse para no deshacer el círculo, y tenía tal tensión en los brazos que parecía que me los fuesen a arrancar.

Luego interpretaron otras danzas. Hubo una barroca, creo que de Matteis o de John Blow; con dos flautas de pico, un violín, una guitarra... Y el grupo, que lo había ensayado previamente en los cursos de baile, lo hizo como es, todo elegante, con reverencias y besitos a la dama... ¡No podía creerlo! Ahí no intervine, claro, pero sí en la mazurca. Ah, hay una danza muy típica de por aquí que se llama "Zwiefacher". Esto es: el ritmo sería un, dos, tres, un, dos, tres, un, dos, un, dos. Pero no es fijo, puede cambiar un poco el esquema. Os pego uno:

Conozco hasta el texto, atención:

"Unsre oide Kat möcht ano, ano,

unsre oide Kat, möcht ano Oan.

Wart noch an bissl, wart noch an bissl, kreagst scho, kreagst scho,

wart noch an bissl, wart noch an bissl, kreagst scho Oan".

Lo cual significa: "Nuestra vieja Catarina quiere un hombre. Espera un poco, espera un poco y conseguirás uno".

La letra sigue, pero ya la desconozco.

Todo tipo de formaciones musicales interpretó danzas ayer. Claro que lo que más abundó fue el clásico grupo de acordeones, clarinetes, tuba... Pero también hubo violines, flautas de pico, címbalo... Y cantamos nosotros.

En un determinado momento se acercó Günther y me pidió bailar. Yo estaba un poco cansada, pero no quise ser descortés, de modo que bailé cuatro o cinco danzas seguidas. De la única que conocía los pasos era de la polca... Bueno, con el vals hacía un, dos, tres; es decir, un pie a la derecha, el otro se le aproxima y el derecho hace el tercer paso en el mismo sitio. A veces lo hacíamos de delante a atrás. Pero ya no sé si la danza tiene otra coreografía, más vueltas y demás. Luego hubo un Zwiefach y yo sólo iba siguiendo el ritmo, mas... ¡Tarea ardua! El esquema iba cambiando. En realidad era fijo, pero durante la estrofa resultaba de una forma y en el estribillo de otra, de manera que me costó tener el esquema del compás en la cabeza.

Luego pusieron salchichas y Brezen, y como habíamos cenado a las seis, a las once y pico teníamos hambre, de modo que nos servimos cómodamente. Después bailé algo más con Rosina. ¿Veis? Si las discotecas fueran así, me encantarían.

Estaba muerta, pero claro: todo era tan bonito... A las doce y pico nos retiramos.

Ahora otra curiosidad del dialecto bávaro. La profe quiso decir que nos lo comunicaría todo (de las entradas en la canción y demás), lo que en Hochdeutsch o alto alemán es "Ich sage alles an". Comparad con el dialecto: "I sog ois o". Increíble, ¿verdad? Pues así es todo el bávaro. Ya voy cogiéndole el tranquillo, la verdad, y aquí se asombran de que una andaluza muestre tanto interés por el dialecto. Rosina tiene dos caras: su alemán es absolutamente académico porque está acostumbrada, imparte clases a niños; además es bilingüe con el francés y sabe también italiano. Ella no nació en Baviera sino en Saarland, pero lleva aquí treinta y tantos años. Bueno: pues cuando tenemos el grupo de canto o se junta con muchos autóctonos, habla tan bávaro que no la entiendo. Ella dice que no domina el dialecto y que muchas veces tampoco se entera de lo que van diciendo por aquí, pero... EN fin, yo diría que de un 90 por ciento.

Voy a ver si encuentro en el youtube la canción del cuco que interpretaron el miércoles; es preciosa y lloré y todo, pero he de buscar una versión bonita. Las lágrimas acudieron a mis ojos en la última estrofa, cuando el cuco dice que la muerte se lo lleva y que volverá al polvo y las cenizas de donde procede.

Vaya, no la localizo, y ésa creo que no viene en el librito que nos han dado; tampoco los cantos del grupo de trabajo, sólo lo del plenum y algunas cosas que tocaron los instrumentistas. Es un bello recuerdo.

Pego aquí un poco del texto de la canción del cuco:

Ich bin's Kuckuck und bleib's Kuckuck

und lass mich Kuckuck nennen.

Wer meinen Nam net hören will,

der braucht mi aa net kennen.

Im Winter fliag i im greane Wald,

im Summa, auf die Auen.

Da suach i meinen Aufenthalt

bei schönen Schäfersfrauen".

ES increíble la cantidad, la variedad de canciones que tiene el folklore bávaro. Ah, un inciso: esto es Hochdeutsch, ¡je, je! Sólo alguna palabrita en dialecto; pero mirad por ejemplo esta otra cancioncita:

Wann's Routkröpferl pfeift

auf der Lamer hüt'n,

da wird i mei Schötzela

scho Hoama schick'n.

Scho Hoama schick'n

in de Friahbozeit'n,

da wird mi mein Schotzele

nimma schlofe leid'n.

¿Qué porcentaje habéis entendido? Yo bastante, oye... O eso creo, igual lo imagino.

Mañana he de regresar a España, con el calor... ¡Qué desgracia! ¡Se esperan 45 grados en Sevilla y ayer hubo una mínima de 30! ¿Podéis imaginarlo? ¡Creo que me voy a derretir! Además echaré muchísimo de menos a Rosina, mi gran amiga, que tanto me ha ayudado, tanto ha hecho por mí... ¡Maravilloso que exista gente como ella!

Bayern, bis bald! O eso espero.


martes, 24 de julio de 2012

En el estudio de grabación


Esto ocurrió a finales de noviembre, pero lo plasmo ahora. ¡Sí, intervine en la grabación de un disco! Fue con el recientemente desaparecido Coro de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Granada. Fue una experiencia maravillosa, dos fines de semana intensivos encerrados en el Colegio Máximo de Cartuja. Por aquella época se gestaba la depresión que luego me haría sufrir lo indecible durante siete meses: ya dormía poco; experimentaba gran incertidumbre, desarraigo y los usuales complejos de culpa; pero ésa es otra historia. Lo menciono sólo porque el trabajo con el coro me mantuvo tremendamente distraída y me permitió no pensar, al menos durante ese tiempo: un pequeño respiro. Por ello no me cansé a pesar de las repeticiones de cada toma, de los imprevistos (tuvimos que parar por la lluvia y por un palomo en el tejado), del agotamiento... Inconscientemente pedía más y más disciplina: quería volverme un autómata sin conciencia y sentimientos... Bueno, a decir verdad fui capaz de emocionarme entonces, aún no se había apoderado de mí la anhedonia; en fin, un poco sí, no voy a mentir, pero algo me permitía.
"Toma 1", "toma 2", "toma 3", "toma N". "Completo". EN los descansos nos sentábamos en colchonetas colocadas allí ad hoc o tomábamos café y comíamos plátanos o galletitas; no mucho, la voz podría dañarse. Aún no me explico cómo me mantuve en pie con lo poquísimo que dormía. El sábado estuvimos allí ocho horas, si no recuerdo mal. El domingo por la mañana fue más fácil, porque tocó el turno a las partes instrumentales y con solistas. Por la tarde seguimos grabando, y luego el sábado siguiente y la mañana del domingo. Cuando terminamos me invadió la necesidad de llorar: ¿a qué podía agarrarme a partir de entonces? Efectivamente: fueron los últimos momentos de alegría en mucho tiempo, aunque entonces yo no lo supiera.
Incluyo un fragmentito de nuestro disco:
Y ahora algunos vídeos, de mayo:
¡Muchísimas gracias, J. Palomares!

miércoles, 11 de julio de 2012

Don Mariano





Hoy me entero nuevamente de que voy a ser un poco más pobre. Todo por culpa de la torpeza, la impericia y la desvergüenza de muchos. Nos piden sacrificio mientras ellos CAMPAN a sus anchas; con ellos no se meten porque no pueden controlar dónde guardan su dinerito: en paraísos fiscales. La economía sumergida no la atacan... Y los honrados ciudadanos, a apechar: ¡siempre lo mismo! Parecen instarnos a que nos volvamos ladrones sin escrúpulos. Pues no, señores: seguiré siendo honrada, pero igual emigro; este deseo es cada vez más acuciante: entre la sequía cultural y la asfixia de la crisis, de la mala gestión... Bueno, y el calor del verano.

Este plan sería ideal: vivir en Baviera con derechos alemanes, pero percibir un sueldo sueco y pagar impuestos nigerianos: ¿os apuntáis?


Fdo.: una española desengañada.

martes, 3 de julio de 2012

¡Grandioso Ludwig van!



Un año más, Granada respira música; nueva cita con el Festival de Música y Danza. Ya he presenciado un concierto, del Huelgas Ensemble, y esta semana disfrutaré de uno por día: ¡increíble!
Ayer, en la Plaza de las Pasiegas, la Joven Orquesta del Bicentenario nos obsequió con la obertura del Sueño de una Noche de Verano de Mendelssohn y la 3ª sinfonía de Beethoven. Por fortuna el ambiente era fresco: corría una brisa agradable que nos acariciaba el rostro al par que la música hacía otro tanto a nuestros oídos.
Siempre me asombrará pensar que Mendelssohn escribiera aquella obertura con sólo 17 años. Felix fue un niño prodigio y tuvo el privilegio de vivir en una familia acomodada que le permitió disfrutar de su propia orquesta siendo muy joven, además de codearse con personalidades como Goethe ya a los 12 años. Murió a los 38: ¡otra brillante carrera sesgada! No olvidemos que fue el principal impulsor de la recuperación de la obra de Bach.
Desde pequeña he adorado a Beethoven, por supuesto, pero nunca hasta ayer me habló tan de cerca; ignoro el motivo. Nuevamente me alegré de que borrara la dedicatoria a la Sinfonía Heroica: Napoleón no era en aabsoluto merecedor de tal genialidad, máxime teniendo en cuenta su afirmación de que "la música es el menos molesto de los ruidos".
Ayer me asombraba a cada momento de la audición del hecho de que haya personas que oigan esta obra y les resulte todo igual... ¡Con la de cosas que ocurren! Yo, en cambio, le decía a Ludwig van interiormente que fuese más despacio: "¡espera, espera, tengo que irlo digiriendo poco a poco!". Más de dos siglos después, Beethoven seguía hablándonos directamente al corazón. Por desgracia, el encanto se rompía tras cada movimiento, con los inoportunos aplausos del respetable. ¡Oh, qué bello el fugato del 2º, qué influencia de Bach! Y el Scherzo con sus trompas, y el vibrante Finale... Yo pensaba todo el tiempo: "¡grandioso, grandioso!". Como es natural, conozco muy bien la sinfonía, pero jamás hasta ayer me había conmovido tantísimo. Tuve los ojos brillantes casi todo el rato y permanecí, por así decirlo, en comunión con el gran genio, en conversación íntima. ¡Gracias, gracias!
Los músicos recibieron una calurosa ovación. Su interpretación fue vibrante, enérgica, llena de vida y entusiasmo.
Esta noche toca otro concierto al aire libre. Granadinos, ¡pasaos por allí!

sábado, 30 de junio de 2012

Gennet Corcuera: todo un ejemplo



El mundo en las manos.
Gennet Corcuera, de 31 años, es la primera sordociega española en finalizar estudios universitarios; bueno, también fue la primera en ingresar a la Universidad, con media de 7,28.


Gennet es etíope. Cuando contaba dos años de edad fue abandonada por sus padres en un orfanato de monjas, donde era la única sordociega. Obviamente no podía comunicarse con nadie ni entendía lo que ocurría a su alrededor, pero percibía "cosas malas" de un país "con mucha pobreza, guerras y poca comida". Hubo de afrontar varias enfermedades y sufrió mucho. Por fortuna, el milagro ocurrió: la señora Fernández-de la Reguera, que efectuaba labores diplomáticas, convenció a las monjas para que la dejaran adoptar a la pequeña, que a la sazón tenía siete años. La trajo a Madrid y allí ingresó en el colegio de la ONCE Antonio Vicente Mosquete. Para el Bachillerato, sin embargo, optó por la educación integrada, concretamente lo cursó en el Instituto Leandro Fernández Moratín de Pastrana (Guadalajara). Al principio tuvo mucho miedo y el segundo curso incluso se planteó "dejarlo todo". "Tuve que dividir los cursos en dos, recibía clases de apoyo de los profesores por la tarde. Estaba cansadísima, pero la ONCE me pidió por favor que continuara". Y puso tanto empeño que obtuvo una media más que buena.

Ha cursado Magisterio de Educación Especial y hoy podemos felicitarla por ser la primera persona SORDOCIEGA en España que obtiene una titulación universitaria. En los informativos de TVE ha confesado que tiene muchos proyectos como educadora: confiemos en que pueda cumplirlos y en que en la Administración, donde abundan los sordociegos (y de los peores, pues no quieren ver ni oír), no le hagan la vida imposible. ¡Ánimo, Gennet, estamos contigo! Nos enorgullece que existas; nos llena de esperanza y nos hace cobrar fuerzas para luchar por nuestros sueños e ideales, por un mundo mejor. Tú nos recuerdas constantemente que es posible, siempre que nos empeñemos en ello y lo hagamos con el corazón.


Su referente: Helen Keller.


Seguro que habéis visto "el milagro de Anne Sullivan". Esta película se basa en los primeros años de la vida de Helen Keller (1880 - 1968), escritora, activista y oradora sordociega, la primera en el mundo en obtener una licenciatura universitaria (se graduó "con honores" en la Universidad de Radcliffe).

Como Helen, Gennet sabe muy bien que su destino es luchar y que tendrá que esforzarse muchísimo para conseguir metas asequibles al común de los mortales; pero no se amedrenta, y ahora somos nosotros quienes le pedimos por favor que continúe: ¡bravo, Gennet, y gracias!


martes, 19 de junio de 2012

Mi crítica literaria para "Historias de papel".

En este espacio del suplemento literario autonómico de RNE leen mi recomendación literaria. La carta comienza aparentemente de forma extraña, pero fue porque no leyeron el asunto: "mi último libro". Me llevó a bromear con que, evidentemente, no era mío, no me había metido a escritora de golpe...
 

lunes, 18 de junio de 2012

Interesante documental

Ojos biónicos, implantes cocleares, manos protésicas... La tecnología suaviza barreras.
 
 

lunes, 11 de junio de 2012

¡No se dirigen a los ciegos!



Esta mañana fui al oftalmólogo. Lo que voy a relatar no me sorprende, de tan habituada como estoy a ello, por más que tal actitud carezca de sentido común. La médico, buena profesional por otra parte, no se dirigió a mí en ningún momento. Como entré con mi madre, le hablaba a ella:
"¿qué tratamiento está siguiendo?". Yo le respondía. "¿Pero a ella la ven aquí o en Granada?". Volvía a responder yo, y así sucesivamente. Sólo me habló directamente en una ocasión, para pedirme que mirara hacia arriba: muy lúcido, sí, señora; ¿no sabe un oftalmólogo que los ciegos no controlamos los movimientos del globo ocular?



En las tiendas de ropa suele sucederme otro tanto cuando voy acompañada: "¿Y ella qué talla usa?". "¿Bueno, qué tal le queda?". Yo me siento como un maniquí o una modelo en su desfile.


Mi padre justifica este comportamiento por el hecho de que los ciegos desconcertamos a nuestros interlocutores al no mirarlos a los ojos; pero es que, precisamente, ¡somos ciegos! He conocido a muchos que nunca se habían relacionado con personas privadas de visión y que, a pesar de ello, me han tratado con la máxima exquisitez. Por eso opino que se debe a una falta de educación, de cultura... Como cuando alguien tiene que dirigirse a otra persona por medio de un intérprete y no mira a su interlocutor, sino al mediador.

Aprovecho, ya que estamos, para denunciar algunas torpezas más en que caen los videntes; no, no los que leen las cartas, que también se sorprenden muchos ante el término "vidente".


Caso 1. Voy por la calle, perdida, desesperada. Doy veinte vueltas en un sitio porque no me ubico; alguien me ve, lo observa todo y no actúa. A la media hora me acerco porque noto la presencia de algún peatón; me dirijo a él. Respuesta: "Sí, llevo viéndote un rato pero no me he acercado porque una vez quise ayudar a un ciego y le sentó mal". Sé que es mentira, la excusa para no acercarse. Esto tiene una variante: "[...] porque no quiero que te sientas ofendida si te ayudo". ¡Madre mía! ¿Pues no me está usted viendo solicitar a gritos esa asistencia?


Caso 2. En cualquier escenario; de golpe se acerca alguien y proclama bien alto, para que todos lo oigan: "¡Ay, qué lástima! Con lo joven que es... ¿Cómo permite Dios esas cosas?". Señora -suelen ser mujeres-: si le da lástima, lo normal es que se lo guarde para usted misma, ¿no? ¿O acaso le gustaría que yo hiciera partícipe a quien quisiera oírlo que me apenan su vejez, su falta de cultura, su fracaso vital?


Caso 3. Te ayudan a cruzar o a encontrar una dirección y ya aprovechan para darte sabios consejos: "¿tú por qué no tienes un perro?". Respondes que no te gusta, que conlleva muchas implicaciones, que prefieres el bastón... "Pues un perro te ayudaría mucho, te llevaría a los sitios...". Alma de cántaros, el perro no viene con GPS incorporado.


Caso 4. Ante un semáforo sin indicador acústico. No te fías, muchas veces la gente cruza en rojo; así que, lo de seguir al personal... Aguardas y aguardas, a veces derritiéndote bajo el inclemente sol. Los peatones pasan, no dicen nada; no sabes si están cruzando en rojo o en verde... Al final llega uno con las palabras que más feliz te hacen en todo el día: "Está en verde".


Caso 5. Alguien te ayuda a cruzar o te acompaña en un tramito determinado, pero... ¡Oh, fatalidad! Te agarra el bastón, por el extremo. Y tú detrás, sintiéndote como un perrillo con correa... Un día voy a llevar vendas en el bolso para tapar los ojos a quien me haga tal desaguisado.


Caso 6. Vas andando por la acera y de pronto se ha formado un muro de gente que te impide el paso. "Disculpen, por favor...". No se apartan, no se apartan...


Caso 6.B.: vas caminando y la gente se topa con tu bastón, algunas señoras incluso llegan a caerse. El otro día fue una al suelo. Me acerqué preocupada para inquirir si se encontraba bien; no me contestó, estoy habituada a ello. Llegó otro señor, a él sí le habló: "Quise esquivarla y me metió el bastón entre las piernas". Digo yo que podrían darme un poco de visión, ellos no la usan.


Caso 7. Estás perdida, oyes a un grupo de gente. Te acercas: "Por favor, ¿podrían indicarme...?". La reunión, que antes hablaba animadamente, se calla. "¡Gracias!" -exclamas con ironía y pasas de largo; entonces reanudan su conversación. Señores, soy ciega, pero no tonta.


Caso 8. Una conversación. "Ayer vi en la tele... Ay, perdón". Señora, que yo utilizo el verbo "ver" con la misma naturalidad que usted. Aunque es cierto: por ver la mierda que nos pone la televisión en España hay que disculparse eternamente.


Caso 9. "Como tú no me puedes ver, tócame la cara, así te haces una imagen". Bueno, si me lo dice un chaval apuesto siempre se podría sacar partido.

Típicas preguntas a ciegos.


A.- Y si no ves, ¿cómo sueñas? ¡Madre mía! Yo es que ni siquiera imaginaba que a la gente se le plantease esa duda.


B.- "Entonces, si no ves, lo ves todo negro". "No, no veo nada". "Ea, negro". "¡Que no, nada de nada!". "¿Y cómo te imaginas los colores?". "No los imagino, nunca los he visto; sería como preguntar a un sordo cómo se imagina la 9ª de Beethoven".


C.- "¿Y cómo vas sola a los sitios? ¿Por qué no te acompaña nadie? ¡Qué pena!".


D.- "¿Qué número salió ayer?". Te ven ciega y presuponen que eres vendedora de lotería de la ONCE. Si les digo que estoy trabajando, ni preguntan: el único trabajo concebible para un ciego, según ellos, es ése. Luego se llevan un chasco cuando les indico que soy profesora... "¿Pero de niños... hm, normales?". "No: mis alumnos ven, mas lo de "normales" tendríamos que hablarlo..."


Me despido con otro caso real; aunque parezca increíble, así ocurrió:


Iba por la calle y rocé la pierna de una señora con el bastón, un mero toque. Le pedí disculpas, cuando tenía que haberlo hecho ella por haberse interpuesto en mi camino; me está viendo, yo a ella no. "Nos van a matar -exclamó-: los ciegos, los cojos y los mancos". Me quedé tan sorprendida que no reaccioné, no le dije que más nos iban a matar los nazis estúpidos descerebrados como ella.


Moraleja: si alguna vez se encuentran con un ciego, actúen por favor con la máxima naturalidad; déjense llevar por el sentido común. Gracias.


miércoles, 6 de junio de 2012

Die deutsche Sprache und ich: cómo aprendí alemán



En este artículo, escrito hace unos meses para una revista alemana de ciegos, aclaro mis peripecias con la hermosa lengua de Goethe.

((Rubrik))
Thema

Die deutsche Sprache und ich

Es gibt Menschen, die sind in ein Land hineingeboren worden, in das sie vielleicht gar nicht gehören. Rocío Sánchez ist so ein Mensch. Sie ist Spanierin, ihr Herz schlägt aber für Deutschland. Als sie dies für sich entdeckt, kann sie nichts davon abhalten, Deutsch zu lernen – nicht einmal eine alte Punktschrift-Grammatik aus der Franco-Zeit.

((Text))

Immer schon war die deutsche Sprache etwas Besonderes für mich. Der Grund ist ganz einfach: Ich liebe klassische Musik, vor allem Bach. Deshalb bin ich stets in Kontakt mit deutschen Texten gewesen, etwa mit Kantaten- oder Oratorientexten. Die Entscheidung, mich ernsthaft mit der Sprache der Dichter und Denker zu beschäftigen, fiel 2003, als mir meine Tante ein herrliches Geschenk machte: eine Woche Österreich. Wir reisten mit einer Gruppe; es war also nicht nötig, Deutsch zu sprechen, aber gerade das wollte ich. Es blieb mir ein Monat bis zu unserer Reise, ich hatte also wenig Zeit.

Ich lieh mir beim spanischen Blindenverband eine Grammatik in Punktschrift aus, die einzige, die Erklärungen auf Spanisch enthielt. Sie war sehr gut, systematisch, mit vielen Regeln, hatte aber einen Haken: Sie war von 1944 und nutzte Strukturen, die nicht mehr verwendet wurden. Außerdem war sie politisch geprägt – mit Kriegsvokabular und Gedanken der katholischen Moral: „Die Verräter müssen erschossen werden." – „Seid immer eingedenk eurer Pflichten gegenüber Gott und dem Vaterlande." – „Wer ist des Weges kundig?" – „Der Alkohol ist dem Körper und der Seele schädlich." Da ich die Grammatik zurückgeben musste, notierte ich fieberhaft die Erklärungen jeder Lektion und all die Vokabellisten. In der Nacht träumte ich von Andreas Hofer, Held im lieben Land Tirol, der nach Mantua entführt wurde, von tapferen Soldaten und Feinden, die sterben sollten …

Meine Familie und Freunde waren vollkommen überrascht, dass ich Deutsch lernen wollte, und meinten, es sei zu spät: „Die Sprache ist kompliziert. Hättest du als Kind damit angefangen ..." Ich ließ mich entmutigen und dachte, dass ich nie fähig sein würde, diese Sprache zu lernen. Doch plötzlich wandelte sich die Frustration in neue Energie: Warum nicht? Ich lernte noch fleißiger und hörte die Deutsche Welle mit einem Kurzwellenempfänger – damals hatte ich noch keine Internetverbindung.

Bei unserer Reise nach Österreich konnte ich viel verstehen und – was für mich am erstaunlichsten war – die Leute verstanden auch mich. Einige meinten sogar, mein Deutsch sei gut – ein nettes Kompliment! Es war das erste Mal, dass ich ein deutschsprachiges Land besuchte und es war für mich wie eine Offenbarung: Alles, was ich liebte, alles, wovon ich geträumt hatte, existierte tatsächlich: die Musikleidenschaft, die gebildeten Leute, sehr freundlich und mit exquisiten Manieren, der Bürgersinn ... Und klar, auch die Schönheit der Landschaften. Mozarts Heimat zog mich in ihren Bann.

Am Tag meiner Rückkehr nach Andalusien stand für mich fest, dass ich mit dem Lernen der Sprache weitermachen würde. Ich wollte es auch aus Liebe tun, als eine Art von Dankbarkeit an ein so herrliches Land, an so nette Leute. „Je mehr ich lerne, desto besser kann ich mit ihnen kommunizieren", dachte ich.

Ein paar Monate später belegte ich einen Kurs am Goethe-Institut in Granada. Man war überrascht: Einerseits hatte ich einen großen Wortschatz und gute Grammatik-Kenntnisse, andererseits nutzte ich zu gehobene oder veraltete Strukturen. Meine Lehrer sagten immer: „Das ist altmodisch! So etwas schrieb Goethe! Du musst dich modernisieren!"

Im Jahr 2005 fing ich an, Übersetzen und Dolmetschen zu studieren. Ich arbeitete schon seit 2004 als Musiklehrerin, doch nachmittags und abends besuchte ich nun die Universität. Die Lehrer waren sehr verständnisvoll und hilfsbereit. Am meisten half mir das Internet: Ich konnte deutsche Texte lesen, Radio hören und Freundschaften schließen. Bald ging ich wieder auf Reisen, diesmal nach Deutschland und in die Schweiz. Mein Eindruck von Österreich bestätigte sich und ich verliebte mich regelrecht in diese Länder, in „meine" Länder, wie ich seitdem sage.

Ende 2007 unternahm ich meine erste Musikreise, die mit dem Tölzer Knabenchor zu tun hat. Ich bin eine große Bewunderin dieses Chores und stehe dank Internet mit einer Fangruppe in Kontakt. Ich habe Konzerte in Bad Tölz, München,Irsee und Stams besucht – für mich außergewöhnliche Erlebnisse. Mit den Fans habe ich Freundschaften geschlossen, obwohl wir uns nur ein- oder zweimal pro Jahr sehen. Wir halten den Kontakt per Mail.

Ich kann also sagen, dass dieser Moment im August 2003, als ich die Entscheidung traf, Deutsch zu lernen, mein ganzes Leben verändert hat: neue Freundschaften, neue Kenntnisse von anderen Ländern und folglich eine neue Weltanschauung, neue Ziele und Träume. Wer weiß, ob ich irgendwann für immer in Deutschland leben kann!?

((Autorin))

Rocío Sánchez (32) ist von Geburt an blind und lebt in Granada, Spanien. Sie arbeitet als Musiklehrerin und hat Hispanistik und Übersetzen / Dolmetschen studiert.

((BU))

Möchte am liebsten in Deutschland leben: Rocío Sánchez, spanischer Fan des Tölzer Knabenchores

Andere Links:






lunes, 4 de junio de 2012

Programa televisivo dedicado a las tiflotecnologías


El espacio Redes de ayer estuvo dedicado a las tiflotecnologías.
Eduard Punset entrevistó a Mª Jesús Varela, directora del CIDAT, y se vio el uso de diferentes aplicaciones y aparatos específicos para ciegos: detector de colores, IPhone con Línea Braille, revisores de pantalla, etc.
Una maravilla que piensen en nosotros en el ente público RTVE, pero que empiecen por hacer la web más accesible. :-)

jueves, 24 de mayo de 2012

Blancanieves y los siete pecados capitales

Siempre he admirado a Les Luthiers, son auténticos genios en todos los aspectos. Su humor es inteligentísimo, sutil, rico en juegos de palabra y equívocos. Además construyen instrumentos inverosímiles que encima suenan bien. Parodian todo tipo de ´género musical, desde los madrigales renacentistas hasta las chacareras. Una pena que ya anden "viejésimos"... Los he visto en directo tres veces, en Sevilla. ¡Ay, cuánto me reí! Cierto que el bromato de armonio constituye el mejor medicamento contra las depresiones. Lo que echo de menos ahora es el empleo de instrumentos informales y las finas parodias de música clásica, como la Cantata Laxatón: ¡qué punto! Claro, antes tenían a su disposición coro y orquesta; también imagino que eso es más fácil de grabar, pero más complejo de llevar a un espectáculo.
Os presento una actuación no muy conocida, de 1969: "Blancanieves y los siete pecados capitales". Si se ve además de oírse, estarán jovencísimos. :-) Aparece la esposa de Daniel, no sé si es la que hace de Blancanieves o la madrastra. Bueno, igual es la hermana.
Aquí se parodian entre otras cosas los psicoanalistas, tan comunes por Argentina; los concursos chorra de televisión; los partidos de fútbol; los corales de Bach; la música folklórica rusa; los cantos gauchescos... Ya veréis. Os mando un enlace a cada pecado.

1. La pereza.

2. La envidia.

3. La soberbia.

4. La ira.
5. La avaricia.

6. La lujuria.

7. La gula.

Si os habéis quedado con ganas de Les Luthiers, en Youtube hay para aburrir.

viernes, 4 de mayo de 2012

Depresión II: cómo salir.

En la entrada anterior traté de describir una mente enferma de depresión y apunté que todo se supera, mas no di pautas para alcanzar esta superación. Indicaré algunas, aunque no todas vayan a servir a todo el mundo; los procesos depresivos son tan diversos como los seres que los padecen. Además cada persona tiene sus condicionantes, su historia previa, sus cambios hormonales... En fin, comencemos:
Ante todo, el paciente ha de reconocer el problema; ha de saber que tiene depresión. Es importante que eso se comprenda en su ambiente cercano: familiares, amigos... Como dijimos en el artículo anterior, esta enfermedad está muy estigmatizada y es muy incomprendida... Por eso nuestro deprimido hipotético ha de verse rodeado de apoyo, de paciencia. No lo culpemos nunca por lo que padece, no lo instemos a esforzarse por estar bien apelando a su familia que sufre o a su vida que se esfuma... ¡Es muy dañino! Con ello damos a entender que si está mal es sólo porque él quiere y que puede mejorar a voluntad, pero no lo hace por flojera. ¿Imagináis esa actitud ante una hepatitis, una neumonía o una gastrointeritis? Ridículo, ¿verdad? Aquí es lo mismo. Hemos de respetar también su silencio, su desgana, aunque poco a poco podemos tratar de que salga de sí mismo con determinadas actividades: dar un paseo, ayudar en alguna tarea doméstica, etc.
Ha de ponerse en manos de profesionales, como ante cualquier otra dolencia. En este caso, los especialistas son los psiquiatras y los psicólogos. Se recomienda una terapia combinada de ambos. No estigmaticéis los psicofármacos del mismo modo que no ponemos objeciones ante otros medicamentos: si nuestros niveles de serotonina andan bajos, habrán de ser aumentados; si padecemos insomnio, habrá que poner remedio químico...
Poco a poco hemos de tratar de que el paciente realice algunas actividades atendiendo a sus centros de interés. El deporte es muy bueno, el ejercicio físico en general; se liberan endorfinas. Además contribuye a que la persona tenga un proyecto, algo por lo que levantarse y salir... También ayudan actividades colectivas como el canto coral: sentirse parte de un grupo, hacer música entre todos... La audición individual sirve de poco, propicia la distracción y la vuelta a las ideas obsesivas. Igual ocurre con actividades de lectura, estudio... realizadas individualmente.
Cada día pueden practicarse ejercicios de respiración: tumbado en la cama o en algún otro lugar cómodo, el paciente tomará aire por ejemplo en cuatro segundos, asegurándose de que se trata de una respiración costodiafragmática. Luego lo retendrá otros cuatro segundos y lo expulsará en seis. Para evitar distracciones y evasión de la mente, puede contar los segundos, incluso en voz alta. Se puede repetir el ejercicio antes de dormir, y por la mañana antes de levantarse.
Pasear al aire libre es muy aconsejable; mejor por sitios tranquilos, por el campo... Nada de bullas, ruidos, prisas...
Poco a poco se intentará que el paciente recupere aquello con lo que antes disfrutaba; esto ha de ser muy paulatinamente, porque si lo forzamos se puede estresar y sentir más culpable. Imaginemos que amaba ir a conciertos de la orquesta X. Si lo llevamos en plena depresión, puede ocurrir que no lo disfrute y se fustigue a sí mismo por el hecho de que ha perdido esa capacidad, esa sensibilidad.
 
Tratemos de que, en lo posible, tenga un horario organizado; que las horas de levantarse, de acostarse, de lavarse sean más o menos las mismas. Vigilemos que no abandone su aseo y cuidado personal, que haga las comidas reglamentarias... Si vive solo, puede descontrolarse más porque nadie lo vigila.
Hagámosle ver que lo queremos, que confiamos en él, que estamos ahí siempre. Si tenéis más dudas o comentarios, planteadlos y trataré de responder en la medida de mis posibilidades.
Gracias y suerte.
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